La reforma fiscal es un tema que ha generado mucha controversia en el mundo empresarial. La Ley de Reforma Fiscal se promulgó en 2017, con el objetivo de modificar el sistema tributario de los Estados Unidos y aumentar la competitividad de las empresas estadounidenses. Muchos dueños de negocios están preocupados por cómo les afectará esta reforma fiscal a sus empresas, y en este artículo, exploraremos las posibles implicaciones de la reforma fiscal para los negocios.
Una de las principales disposiciones de la reforma fiscal fue la reducción de la tasa de impuestos corporativos de 35% a 21%. Esta reducción ha sido bien recibida por la mayoría de las empresas, ya que reduce significativamente su carga tributaria y les permite invertir más en sus negocios. Las empresas más pequeñas, en particular, se benefician de esta reducción de impuestos, ya que en muchos casos no pueden encontrar las lagunas fiscales y estructuras tributarias que las empresas más grandes a menudo utilizan para reducir sus impuestos.
Además de la reducción de impuestos corporativos, la reforma fiscal también ofrece créditos fiscales para pequeñas empresas. Los dueños de pequeños negocios pueden tomar un crédito de $2,500 por cada trabajador a tiempo completo que tengan. Este crédito es para los empleadores que pagan un salario promedio de menos de $50,000 por año y que proporcionan a sus empleados planes de retiro. Este crédito puede ser de gran ayuda para las pequeñas empresas, ya que les da una oportunidad para reducir su carga tributaria.
Otra disposición importante de la reforma fiscal es la deducción inmediata de ciertos gastos de capital. Antes de la reforma fiscal, los dueños de negocios tenían que depreciar los activos de la empresa a lo largo de varios años y tomar la deducción en pequeñas cantidades cada año. Ahora, los dueños de negocios pueden tomar una deducción inmediata de hasta $1 millón en el año en que compran un activo elegible. Los negocios también pueden optar por depreciar el costo restante del activo en años posteriores.
La sección 179 permite a los negocios deducir la totalidad del costo de ciertos bienes comprados y utilizados en la empresa en el año en que se compran. Antes de la reforma fiscal, la deducción máxima de la sección 179 era de $500,000. Ahora, la deducción máxima es de $1 millón. Los dueños de negocios pueden tomar esta deducción si compran bienes como computadoras, maquinaria y equipo de oficina. Esto puede ser particularmente beneficioso para las pequeñas empresas que necesitan actualizar su equipo para ser más eficientes.
Las empresas que utilizan trabajadores independientes no están obligadas a retener los impuestos de nómina para estos trabajadores. Esto significa que los trabajadores independientes son responsables de pagar sus propios impuestos, incluyendo los de Seguridad Social y Medicare. La reforma fiscal no cambió esta disposición, pero redujo la tasa impositiva aplicada a los ingresos de los trabajadores independientes. La tasa impositiva pasó de 39.6% a 37% para los trabajadores independientes con ingresos superiores a $500,000. Esta reducción de impuestos puede ser beneficiosa para los negocios que utilizan trabajadores independientes, ya que reduce su carga tributaria.
En conclusión, la reforma fiscal ha tenido un efecto positivo en muchos negocios. La reducción de la tasa de impuestos corporativos y los créditos fiscales para pequeñas empresas han resultado particularmente beneficiosos para los dueños de negocios. Además, las disposiciones que permiten una deducción inmediata de ciertos gastos de capital y la expansión de la sección 179 pueden ser especialmente útiles para las pequeñas empresas que necesitan actualizar su equipo y tecnología para ser más eficientes. En resumen, es importante que los dueños de negocios comprendan las implicaciones de la reforma fiscal y consideren cómo pueden aprovechar sus disposiciones para mejorar sus empresas.