En la actualidad, la energía renovable se ha convertido en una necesidad imperante para nuestro planeta, ya que el uso de combustibles fósiles es insostenible. Por esta razón, se han promulgado diversas leyes y regulaciones en todo el mundo para impulsar el uso de fuentes de energía renovable. En este artículo, analizaremos el marco legal de la energía renovable desde una perspectiva jurídica.
En muchos países, las leyes nacionales han establecido objetivos para la producción y consumo de energía renovable. Estos objetivos son conocidos como cuotas renovables y se establecen con el fin de reducir la emisión de gases de efecto invernadero y fomentar la adopción de fuentes de energía renovable.
Además de las leyes que establecen objetivos para la energía renovable, muchos países han establecido leyes de incentivos para el uso de fuentes de energía renovable. Estas leyes ofrecen incentivos financieros para empresas y particulares que utilizan fuentes de energía renovable.
El net metering es un sistema que permite a los usuarios generar su propia energía renovable y vender el excedente a la red eléctrica. Es decir, la energía producida por los usuarios que no se consume se vierte a la red eléctrica y es contabilizada como crédito para los usuarios.
En España, se impulsó recientemente el Real Decreto 244/2019, en el que se establece la metodología para el cálculo de las tarifas de uso de energía eléctrica, entre otros temas relacionados con la generación de energía renovable.
Además de las leyes que impulsan el uso de fuentes de energía renovable, también existen leyes de eficiencia energética. Estas leyes establecen objetivos para la eficiencia en el uso de la energía.
La Comunidad Europea también ha impulsado diversas leyes para fomentar el uso de energías renovables. La Directiva de la Energía Renovable establece objetivos para la producción de energía renovable en toda la Unión Europea.
Para 2020, la Unión Europea se propone cumplir los siguientes objetivos:
La adopción de fuentes de energía renovable es fundamental para el futuro de nuestro planeta. Por esta razón, es importante que los países promulguen leyes que fomenten su uso y establezcan objetivos claros para su producción y consumo. Además, es necesario que se sigan impulsando políticas que mejoren la eficiencia energética en todos los sectores de la economía.