Responsabilidad civil: ¿Qué es y cómo se aplica en casos de daños?
La responsabilidad civil es una figura jurídica que establece la obligación de un sujeto de compensar los daños y perjuicios causados a otra persona o a su patrimonio a consecuencia de una acción u omisión que le resulte imputable. Esta figura está regulada por el Código Civil, y es importante en muchos casos donde se producen daños y perjuicios.
En el ámbito de derecho civil, la responsabilidad se divide en tres tipos: contractual, extracontractual y objetiva. La primera se produce cuando se incumple con un contrato y afecta a los derechos del otro contratante, la segunda se da cuando se produce un daño al margen de cualquier contrato, y la última se produce cuando se produce un daño sin que medie culpa alguna.
La responsabilidad extracontractual viene dada por la negligencia en el respeto del deber de cuidado, es decir, cuando se realiza una conducta que, de manera previsible, puede generar perjuicios a terceros. Normalmente, para que se produzca una responsabilidad civil es necesario que se den tres requisitos: la existencia de un daño, una acción u omisión y una relación de causalidad entre el hecho y el daño.
A modo de ejemplo, si una persona conduce un coche y causa un accidente que produce lesiones graves a otra persona, ésta podrá exigir la responsabilidad civil del conductor que ocasionó el siniestro, puesto que ha habido una relación causa-efecto entre la conducción imprudente y el daño provocado.
Respecto a la responsabilidad contractual, se trata de aquella que se da cuando se incumple con un contrato o acuerdo previamente establecido. Por tanto, la responsabilidad es mayor a la hora de respetar los términos del contrato y asegurarse de que se cumplen las obligaciones que se hayan adquirido. En el caso de que no se cumpla con los términos acordados en el contrato, la parte afectada puede solicitar una indemnización que compense los daños y perjuicios ocasionados.
Por último, la responsabilidad objetiva tiene lugar cuando la ley establece la obligación de reparar el daño ocasionado con independencia de si ha habido culpa o no por parte del responsable. En este caso, el afectado por el daño no tiene la obligación de probar la existencia de la culpa por parte del responsable del daño.
Debe destacarse que el plazo de prescripción para ejercer la acción de responsabilidad civil es de cinco años desde el momento en que se produce el hecho dañoso. Si una persona desea hacer declaración de los daños ocasionados, deberá presentar una demanda dentro de este período de tiempo.
Es importante tener en cuenta que, como en cualquier otra área legal, hay matices que pueden aplicarse en determinados casos. Por tanto, es recomendable que si usted se encuentra en una situación de este tipo, busque el asesoramiento de abogados especializados en la materia para que lo asesoren sobre cómo proceder.
En resumen, la responsabilidad civil es un elemento importante del derecho civil que establece la obligación de compensar los daños y perjuicios causados a otra persona. Debe distinguirse entre la responsabilidad contractual, extracontractual y objetiva, y tener en cuenta los diferentes requisitos que deben cumplirse para aplicar cada una de ellas.
Si usted necesita asesoramiento en una situación en la que pudiera existir la posibilidad de reclamar una indemnización por daños y perjuicios, no dude en contactar con abogados especialistas en esta materia que le brindarán el mejor asesoramiento legal posible.